Destinos brasileños perfectos para la observación de fauna y flora

El verde de los bosques y el canto de los pájaros pueden ser apreciados en diversos locales de Brasil. Conozca 6 de ellos.

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Contemplar el canto de los pájaros o apreciar la belleza de especies raras de plantas son actividades ecoturísticas que pueden ser realizadas en diversas regiones brasileñas. La observación de las ricas y extensas fauna y flora brasileñas es un mixto de relajamiento y fuente de adrenalina cuando los visitantes se deparan con especies diferentes.

La actividad contemplativa de animales y plantas en su hábitat natural también puede ser insertada en rutas de investigación científica. Para quien prefiere inmersiones en el hábitat acuático, la atracción es el contacto próximo con bancos de corales y cardúmenes de peces. Son innumerables las posibilidades, incluyendo paseos en medio a los bosques o caminos por todo Brasil. Aproveche las múltiples opciones y escoja la más atractiva para usted:

Amazonía

La Floresta Amazónica es la mayor floresta tropical del mundo y tiene 60% de su área sólo en Brasil. Se estima que allí hay cerca de un millón de especies de animales y vegetales, lo que representa la mitad de las especies de todo el planeta. Para quien quiere aventurarse por la región, los paseos contemplan caminos en el bosque cerrado, campamentos en la selva, baños en cascadas y ríos, observación de animales salvajes e incluso visitas a comunidades indígenas.

Bonito

Considerado uno de los mejores destinos de ecoturismo de Brasil, Bonito está localizado en la región sudeste de Mato Grosso do Sul y presenta paisajes deslumbrantes. Son baños en cascadas, caminos, paseos de bote, observación de la fauna acuática en ríos de aguas cristalinas, y para los más valientes, el Abismo Anhumas, con un rapel de 72m de altura en una grieta que da acceso a un lago de aguas calmadas, donde es posible practicar inmersión.

Chapada dos Veadeiros

En el corazón del Estado de Goiás, la región reserva la contemplación de diversas cascadas y vegetación típica del Cerrado. Valles y piscinas naturales son una de las invitaciones de ese Parque Nacional que fue considerado Patrimonio Mundial por la Unesco.

Sierra del Roncador

Formada por chapadas, una impresionante fauna y flora y cercada por más de 100 cascadas, la Sierra del Roncador queda a 500 km de Cuiabá, capital de Mato Grosso, y se extiende hasta el Estado de Pará, en la Sierra del Cachimbo. La región reserva diferentes opciones para quien le encanta la aventura. Una de ellas es el paseo de jeep, la mejor manera de contemplar los paisajes locales.

Península de Maraú

Localizada en la Costa del Dendé, en el sur de Bahía, Maraú ofrece más de 40 km de playas desiertas, que en la marea baja forman decenas de piscinas naturales, llenas de peces que surgen entre los arrecifes. En la playa de Taipus de Fora, es posible hacer inmersiones nocturnas con linternas para observar la fauna marina.

Jalapão

El Parque Estatal del Jalapão queda en el Estado de Tocantins y es de difícil acceso. La región está entre las más bonitas del País, gracias a la vida y a los colores que emanan de la naturaleza. En el medio del paisaje corren aguarás guazús y corzuelas coloradas, mientras diversos caminos de tierra llevan a verdaderos oasis cercados por cascadas, pozos de aguas verdes-esmeraldas y dunas gigantescas.