Bahia y sus sabores culturales

"Sonría, usted está en Bahia!" Sumérjase en la cultura bahiana, con su gastronomía única y sus condimentos bien definidos.

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Dicen que el tamaño no importa, pero en el caso de Bahia, esto puede ser muy diferente. Bahia tiene la costa más grande de Brasil, con una vista impresionante: aguas cálidas, piscinas naturales, cocoteros, aguas en tonos a veces verdes, a veces azules, rodeada de colinas, bosques, ríos, piedra sinuosas: un total encanto. Bahia ha sido tema de canciones, de poesía, de películas. Grandes escritores brasileños se inspiraron en la cultura bahiana y en su gente para contar bellas historias de amor. Y quien va a Bahia por primera vez corre el riesgo, realmente, de enamorarse a primera vista.

El bahiano tiene la alegría marcada en su rostro y en sus caderas. La música bahiana es una de las más divertidas y difundidas en todo el país y, en febrero, las calles de Bahía son ocupadas por miles de personas que bailan y se divierten durante seis incansables días, en la época más esperada del año: el Carnaval. La fiesta de carnaval bahiano es secular, como su historia.

La diversidad de Bahia se presenta no sólo en sus bellezas naturales, sino también en sus monumentos históricos. Con uno de los más importantes y significativos acervos culturales del país, la grandeza arquitectónica cuenta un poco de su historia y se propaga a través de las calles de las ciudades, en los museos, en los puntos turísticos y en la famosa gastronomía.

La Tierra de Todos los Santos (apodo cariñoso que se le da a Bahia) también es la de muchos sabores. La comida de Bahia tiene dulces y bebidas de varias frutas, condimentos picantes e ingredientes exóticos. Bajo la influencia de la mezcla cultural en la época del descubrimiento de Brasil, las recetas vienen de tribus indígenas, de las senzalas africanas (caserío de negros) o de la refinada cocina real portuguesa. La abundancia de ingredientes, combinada con la creatividad popular, hacen que el sabor de Bahía sea único. El acarajé, bollito de origen africano hecho de frijol cabecita negra (feijão fradinho) molido, se vende en bandejas en las calles, sobre todo en Salvador, y se sirve relleno con vatapá (crema de camarón), caruru (quimbombó cocido), ensalada, pimienta y camarones. Créame: no hay manera de comer nada más que uno.
La leche de coco le da sabor a uno de los platos más tradicionales del estado: la moqueca (especie de guiso), una exquisitez que ningún turista puede dejar de probar. Y para endulzar aun más el viaje, la cocada (dulce de coco), blanca o negra, con cacahuetes o melaza de rapadura, aparece entre una calle y otra para levantar el ánimo de los viajeros y, por supuesto, conducirlos hacia su próxima aventura.