Aún siendo parecidas entre sí, cada una tiene su encanto. Algunas cascadas son muy altas como Cachoeira da Fumaça, en Chapada Diamantina (Bahia), con 380 metros de altura o la encantadora Boca da Onça, en Bonito (Mato Grosso do Sul) que tiene pozos para nadar de donde saldrá ¡completamente renovado!
Si va a Minas Gerais y desea disfrutar del contacto con la naturaleza, Cachoeira do Tabuleiro es la opción perfecta. Son 273 metros de caída libre y, al final, tiene un pozo de 20 m de profundidad con una piscina natural para nadar.
Para disfrutar de varios días conociendo cascadas, una más increíble que la otra, vaya a Alto Paraíso, en el estado de Goiás. Hay muchos senderos en la naturaleza, llenos de cascadas para refrescarse durante el paseo. En la Chapada, tiene hasta vuelo en globo ¡para que pueda ver todo desde arriba!

Otro lugar en Goiás lleno de cascadas es la ciudad de Pirenópolis, que tiene aproximadamente 80 cascadas y casi todas abiertas al público. La ciudad es un enorme balneario, donde los turistas pasan el día en las cascadas y por la noche disfrutan del Centro Histórico.

Por su parte, en el sur del país, una cascada en particular tiene un salto de agua sorprendente: Salto Yucumã. Considerada la cascada más extensa del mundo, impacta por su longitud: ¡son 1.800 metros! Puede hacer footing en su extensión y luego darse una zambullida refrescante en sus aguas cristalinas.
Con una naturaleza exuberante, lo que no falta en Brasil son cascadas. ¡Elija la que quiere conocer y venga a verla con sus propios ojos! ¡Ah! No se olvide de contarnos en el hashtag #VisitBrasil.