No hace falta ir al Caribe para encontrar playas de agua azul cristalina. Estas están más cerca de lo que usted se imagina, en el estado de Alagoas, cuya costa es considerada por muchos la más hermosa de Brasil.
Son 230 km de playas para todos los gustos: plácidas, ideales para familias; agitadas, para los amantes del surf; con piscinas naturales, perfectas para buceos; urbanas, en medio de las ciudades; desiertas, para los que buscan privacidad total.
Un litoral tan extenso y diverso merece ser explorado sin prisa. Pero si solo tiene unos días, no importa: prepare las maletas y conozca un poco de la costa del Caribe brasileño.
Tras llegar a Maceió, deje las maletas en el hotel y corra a la primera playa del día, la de Pajuçara, ubicada en la costa del centro. Sus aguas son limpias, tiene una gran franja de arena y una buena estructura de quioscos y bares. El mar es plácido e ideal para practicar deportes como kayak y SUP. Merece la pena resaltar el paseo en jangada hasta las piscinas naturales, a 2 km de la costa, 15 minutos de travesía. Allí, es posible bañarse y observar peces, incluso sin máscara.
Por la tarde, el destino es la más famosa playa del estado, la Praia do Francês. Ubicada a 25 km de Maceió, en Marechal Deodoro, es una de las más concurridas de la región. Y no es para menos: tiene piscinas naturales de aguas cristalinas, boas para bucear, y tiene trecho con olas fuertes, que atraen a muchos surfistas. Es decir, tiene diversión para todos.
Después de bañarse, le sugerimos que almuerce en el canal de la Massagueira, antigua colonia de pescadores, ahora repleta de restaurantes.
Hoy es día de São Miguel dos Milagres. Para llegar allí, vaya en coche u ómnibus. Son casi 100 km, poco más de una hora y media de trayecto.
Comenzamos el paseo por la Praia do Toque, que conquista al turista por la temperatura del agua, siempre templada, y por su tono azul turquesa. Como nunca está muy llena, es ideal para descansar y pasear, sobre todo cuando hay marea baja y revela una gran franja de arena. Hay paseos en jangada hasta las piscinas naturales, allí cerca. Y también paseos en buggy, hasta el mirador cercano, de donde se pueden sacar unas fotos bonitas.
De la Praia do Toque, siga hacia Patacho, también casi desierta y prácticamente sin construcciones. En compañía de los cocoteros de la costa, aproveche para relajarse y apreciar el mar azul. Cuando hay marea baja, se forman piscinas naturales, ideales para buceo con snorkel. Y cuando nace la luna, esta surge en el mar, proporcionando un hermoso espectáculo.
El último destino del viaje, Maragogi está ubicada a poco más de 30 km de São José dos Milagres. Sin embargo, el primer destino se encuentra en el camino entre las dos ciudades, la Praia de Japaratinga. Además del mar azul y plácido, como en todo el litoral del estado, otro grande atractivo de Japaratinga es el paseo en jangada por el Río Manguaba, en medio a los manglares.
Con arena blanca y fina y con muchos arrecifes de corales y piscinas naturales, la Playa de Burgalhau es una opción ideal para quienes pretenden practicar deportes como SUP y windsurf. También se puede pasear en buggy, aprovechando su gran franja de arena. Hay una pequeña infraestructura local, con restaurantes y quioscos. Algunos de los cuales ofrecen hamacas a sus clientes para que descansen. Imagínese en una de estas hamacas, apreciando el cielo, decidiéndose si se mete en el agua o si espera un poco más, en ese ritmo, sin prisa...