Vinos maravillosos en lugares increíbles

Conozca vitivinícolas brasileñas que producen tintos, blancos, rosados y espumosos sorprendentes. Las regiones más notables están en el sur de Brasil y en el nordeste, en el Vale do Sao Francisco.

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El tema es vino y lo estamos haciendo muy bien. La producción brasilera maduró demasiado bien en los últimos 20 años y el enoturismo siguió en mismo camino.

Hay 150 vitivinícolas produciendo vinos finos. Los mayores destinos para el turista interesado en esta producción de calidad están en el sur y en el nordeste de Brasil, que ofrecen ambientes ricos en recursos naturales y estructura para recibir visitantes.

En el Río Grande del Sur, tres regiones se destacan: el Valle de los Viñedos y Altos Montes, en región de sierra, y la Campaña Gaúcha, a lo largo de la frontera con el Uruguay.

En Santa Catarina, la Sierra Catarinense es un polo de vitivinícolas jóvenes, bajas temperaturas y etiquetas de calidad.

Uno de los mejores periodos para visitación en las sierras catarinense y gaúcha vendimia, que ocurre todo año en el mes de marzo, especialmente en la 1º quincena, y celebra el periodo de mayor cosecha de uva. Siempre hay una programación especial con festivales en que los turistas pueden participar de la cosecha y aprovechar el fin del verano.

Otro núcleo relativamente joven y con producción de cualidad es Vale do Sao Francisco, entre Pernambuco y Bahía, también con buena oferta de atracciones a los viajantes por parte de hoteles y agencias de turismo en las ciudades que sirven de apoyo a las vitivinícolas.

Bueno, en estos escenarios antes mencionados, es posible conocer de dónde vienen nuestras etiquetas brasileñas favoritas, visitar los verdes paisajes, escuchar historias, comer y beber con alegría y satisfacción.

Valle de los Viñedos

Importante destino de enoturismo en Sudamérica y la principal región productora de vino de Brasil, la Sierra Gaucha tiene altitudes moderadamente altas, de hasta aproximadamente 1.300 metros. La temperatura promedio es de 16 y 17º grados Celsius.

Entre las varias regiones en la Sierra Gaucha que merecen la visita, el Valle de los Viñedos es parada obligatoria.

Fue la primera región brasileña a ser reconocida como Indicación Geográfica, ubicada entre los municipios de Bento Gonçalves, Garibaldi, Monte Belo do Sul, Santa Tereza, Veranópolis, Nova Prata, Cotiporã, Fagundes Varela, Cascavel, Carlos Barbosa, Pinto Bandeira, Farroupilha, Caxias do Sul, Flores da Cunha, Nova Pádua, Antônio Prado, Ipê, São Marcos, Campestre da Serra, Vacaria y Guaporé.

Podemos considerar la ciudad de Bento Gonçalves, de 100 mil habitantes, como punto de partida. Se localiza a 120km de la capital Porto Alegre y tiene temperatura promedio de 17.1ºC. Es una de las ciudades más encantadoras de la región Sur, con un romanticismo en el aire.

Las rutas del vino en la Sierra Gaucha se extienden por otros municipios con muchas vitivinícolas para visitar. Si en las ciudades el paisaje es típico de interior, en los alrededores nos ofrecen valles, montañas y viñedos.

Es una de las rutas más organizadas y completas en todo el mundo, con opciones de entretenimiento, hospedaje y visitación con precios y estilos variados. Las vitivinícolas son cercanas y las carreteras bien señalizadas.

El plan ofrece más de 500 etiquetas. Varietales (vinos con una única variedad de uva) o assemblages (con más de un tipo de uva), de pequeñas, medias o grandes vitivinícolas, las botellas reservan particularidades que expresan el terroir de la región, o sea, el conjunto de características especiales de la geografía, geología y clima de aquel lugar específico.

En el invierno los vinos más corpulentos ganan la preferencia, especialmente los tintos de la variedad Merlot y los blancos Chardonnay, cepas emblemáticas de la Denominación de Origen Valle de los Viñedos (DOVV).

Existen más de 30 vitivinícolas donde el visitante puede conocer el proceso de producción orientado por el cantinero, participar de la elaboración del propio vino, caminar entre tanques de acero inoxidable y sentir el olor característico de una cantina, además de degustar vinos en proceso de elaboración y otros ya en barricas de roble. Hay atractivos a lo largo del año entero, pero es en el invierno que se alcanza su auge.

Los visitantes pueden conocer las vitivinícolas cuyas etiquetas pueden ser encontradas en todo el territorio nacional y también tendrán la oportunidad de acompañar el proceso de producción de aquel producto que está acostumbrado a consumir.

Sin embargo, también existen descubrimientos en las pequeñas vitivinícolas, que muchas veces suministran al comercio local o revenden lotes especiales de vinos para grandes marcas en producción de pocas y valiosas unidades. En esas pequeñas propiedades la experiencia es más auténtica, con procesos productivos más artesanales, que difícilmente aparecen en las estanterías de un supermercado, pero siguiendo reconocidos estándares de calidad.

El proceso de producción en las vitivinícolas del Valle sigue influencia italiana, del cultivo al embotellado. Es una región con características singulares de tierra, clima, topografía y cultura, cuyos productos de calidad son reconocidos en competiciones internacionales.

En la gastronomía, el menú es muy amplio. Hay buenos restaurantes, además de los espacios gastronómicos en vitivinícolas mediante reserva. La estructura incluye productos coloniales, gastronomía típica italiana y contemporánea (pastas, risottos, carnes exóticas), platos regionales como asados y pizza, con servicio de variados platos, slow food y a la carta.

Ve el animado paseo de Maria Fumaça, que es un tren de vapor bien mantenido, que une Bento Gonçalves, Garibaldi y Carlos Barbosa en hora uy media. Son 23 km de alegría y vegetación nativa, con canciones, comidas y bebidas en las paradas en las estaciones. Las tres ciudades fueron colonizadas por italianos y conservan sus tradiciones, retratadas en el paseo en tren.

También es el itinerario Camino de las Piedras en Bento Gonçalves, una carretera histórica y turística con paisajes y delicias para probar, con influencia de la inmigración italiana en atmósfera rural en Brasil.

Otro municipio del Valle de los Viñedos que vale la pena visitar es Pinto Bandeira, que posee paisajes llenos de bosque nativo, cascadas y valles. En las vitivinícolas hay encantadoras opciones gastronómicas y de hospedaje, Prueba espumosos legendarios, pasea por las bodegas con degustación y extiende el mantel, porque hay espacio para el picnic con vista para los viñedos.

En Garibaldi pon la atención a los espumosos, especialidades del municipio, y descubre dónde es ubicada la Carretera del Sabor y la Ruta de los Espumosos.

Altos Montes

Ubicada en la ladera superior del nordeste del Río Grande del Sur, entre los municipios de Flores da Cunha y Nova Pádua, la región es se caracteriza por presentar las laderas más altas de la Sierra Gaucha, entre 600 a 800 metros de altitud, lo que justifica su nombre, Altos Montes. La temperatura promedio anual del lugar es de 16.6ºC.

A lo largo del tiempo las vitivinícolas asociadas lograran calificación de los vinos y de sus derivados y realizaron inversiones en proyectos y espacios para atendimiento de las necesidades de los visitantes. Estas inversiones fueron percibidas en el desarrollo de la región.

En Altos Montes son cultivadas las varietales Cabeenet Franc, Merlot, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Ancellotta, Refosco, Marselan, Tannat, Riesling Metálico, Malvasia de Candia, Chardonnay, Moscato Giallo, Sauvignon Blanc, Gewürztraminer, Trebbiano, Moscato Blanco y Moscatel de Alejandría.

La característica compartida por las vitivinícolas es la de producción de vinos finos, con amplia infraestructura de atendimiento en visita y degustación de vinos, muchas veces realizadas por los propios propietarios.

La Ruta Vinos de los Altos Montes puede ser complementada con la belleza del área rural, de las sierras, cascadas, valles y del Río das Antas, la gastronomía de algunas vitivinícolas y los tradicionales platos típicos de la gastronomía italiana, con destaque para el menarosto (asado de carnes variadas), plato oficial del municipio de Flores da Cunha.

Campaña Gaucha

La Campaña Gaucha, también conocida como Frontera, se extiende a lo largo de la frontera con Uruguay, en los municipios de Bagé, Dom Pedrito, Santana do Livramento y Uruguayana.

La región es muy cerca del inicio del rango tradicionalmente considerado ideal para ala vitivinicultura, entre los paralelos 30º y 50º. La temperatura promedia anual de estas ciudades es entre 18º y 20º y la altitud con relación al nivel del mar tiene una variación entre 66 y 212 m.

Hoy, la campaña trabaja para obtener el estatus de Indicación Geográfica. La producción de calidad viene sorprendiendo, así como las opciones para recibir bien a los visitantes.

Las condiciones naturales son semejantes as de la región del Mediterráneo. La ausencia de montañas facilita el transporte y la oferta de vinos tintos y espumosos de calidad y con excelentes precios.

El clima favorece a la producción de uva europeas y vinos de calidad. Las principales variedades de uvas tintas cultivadas son Cabernet Sauvignon, Merlot, Tannat, Tempranillo, Touriga Nacional, Alfrocheiro, Tinta Roriz, Teroldego, Malbec, Carmenere y Cabernet Franc. Y las principales variedades de uvas blancas son Chardonnay, Gewürztraminer, Pinot Grigio y Sauvignon Blanc.

Otros importantes destinos para el turista en la Sierra Gaucha son: la Región de las Hortensias (Gramado, Canela y Alto Feliz), la Ruta Turística y Gastronómica Santa Maria – Silveira Martins (Santa Maria y Vale Vêneto), la Serra del Sudeste (Encruzilhada do Sul y Pinheiro Machado), la región metropolitana (Porto Alegre), la Ilha dos Marinheiros, en Río Grande y el Alto Uruguay (Sarandí, Barra Funda, Rondinha, Três Palmeiras, Ametista do Sul, Alpestre y Planalto).

Sierra Catarinense

La producción de vinos de la Sierra Catarinense está entre las ciudades de Lages, Bom Retiro y São Joaquim.

Por ahí están las mayores altitudes de la vitivinicultura brasileña, variando entre 900 y 1.350 metros sobre el nivel del mar – y las temperaturas promedias más bajas crean condiciones especiales para una vitivinicultura fina orientada para la calidad. La temperatura promedia anual de São Joaquim es de 14º C, y las de Bom Retiro y Lages alrededor de 16ºC.

La región ha avanzado en la producción de uvas europeas y vinos de calidad, Las uvas tintas como Cabernet Sauvignon son cosechadas con retraso, en marzo o abril, posibilitando mejor desarrollo.

Variedades blancas típicas de climas fríos, como Chardonnay, Sauvignon Blanc y Riesling, y las tintas Nebbiolo y Pinot Noir siguen siendo probadas y demuestran gran potencial.

La Sierra Catarinense también es destino del turismo ecológico, con sus rutas y lugares perfectos para practicar el rápel y el canotaje.

Valle do Sao Francisco

Los municipios de Petrolina, Lagoa Grande, Santa Maria da Boa Vista, em Pernambuco, y Casa Nova, em Bahía, están en el paralelo 8, a 500 metros de altitud con relación al mar y tienen temperatura promedia anual entre 24ºC y 25ºC.

Es en este clima con alta incidencia del sol, aliado a sus más de nueve meses de sequía por año, que permite el cultivo de uvas para vinos, gracias a la irrigación controlada, proporcionada por el río que da su nombre al Valle, que está ubicado entre Bahía y Pernambuco. Son más de 500 mil hectáreas de viñedos.

El alto contenido de azúcar es la principal marca de los vinos del Valle do São Francisco, característica provocada por la exposición al sol a lo largo de más de tres mil horas por años. La calidad de los vinos sigue siendo reconocida con el logro de innúmeras medallas de oro y de plata en competiciones nacionales e internacionales.

Entre algunas variedades cultivadas, sus Syrah ya son comparables con algunos de los mejores ejemplares de la uva en el mundo. Syrah es la uva más cultivada, pero también hay Aragonez, Alicante Bouschet, Cabernet Sauvignon y Touriga Nacional entre las tintas, y Chenin Blanc y Moscato Canelli entre las blancas. Vinos espumosos predominan y la producción es muy bien vendida en Brasil y en el exterior.

En un solo viñedo podemos ver todas las fases del ciclo de crecimiento de la vid, experiencia posible solamente en la región semiárida de Brasil. Como el clima es prácticamente el mismo en todas las estaciones del año, las vitivinícolas trabajan con un sistema rotativo e irrigación, con cosecha durante todo el año y dos cosechas en cada una de ellas.

Es posible irse en coche a las haciendas, que se ubican a una hora de Petrolina o Juazeiro, en Bahía. También hay opciones de paquetes que incluyen visita a la vitivinícola, almuerzo y paseo por el San Francisco.

Las rutas incluyen city tour en la ciudad de Juazeiro y visita a la Presa de Sobradinho, para ver de cerca el mayor lago artificial del mundo, una especie de ascensor, que sube y baja en función del agua que entra y sale del reservatorio.

La gastronomía del lugar puede ser apreciada en el Bodódromo, espacio con diez restaurantes que sirven carne de chivo, de oveja y otras comidas típicas del Sertón.