¡Prepare sus brazos, piernas y el equipo de escalada porque será difícil resistir los desafíos de las paredes naturales que lo esperan en todo el territorio brasileño! Son montañas y enormes pedazos de roca rodeados de bellezas tropicales que lo dejarán admirado y le dará gracias a Dios, desde arriba, por la exuberante vista. ¿Preparado?

Serra do Cipó – Minas Gerais: Serra do Cipó es el lugar ideal para aquellos que disfrutan de los deportes al aire libre. A 90 km de Belo Horizonte, tiene numerosas cascadas y una de las floras más diversificadas del mundo, además de ofrecerle a los aventureros hermosos senderos para aquellos que quieren casi tocar el cielo.

Chapada Diamantina – Bahia: Chapada Diamantina tiene paisajes considerados los más bonitos del mundo. Aún no explorada en su totalidad, es considerada por muchos el lugar de mayor potencial para la práctica de escalada de Brasil.

Pedra do Baú – São Paulo: Pedra do Baú tiene 350 metros de prominencia, 500 metros de base y sólo 40 metros de ancho. Pedra es uno de los puntos más populares para los montañistas que buscan conocer las bellezas de la Serra da Mantiqueira, o refrescarse en las aguas frías de la Cachoeira do Toldi.

Agulha do Diabo – Rio de Janeiro: se trata de una aguja con más de 300 metros de prominencia, cuya cima se encuentra a 2.050 metros. A pesar del nombre, la vista desde lo alto es divina, y el encanto y la emoción están en la cima, donde apenas caben 4 personas.
Monte Roraima - legendario, inalcanzable, misterioso. Pocos lugares tienen tantas historias como el Monte Roraima, de 2.739 metros. El Monte se encuentra en la triple frontera entre Brasil, Venezuela y Guyana y es considerado por el IBGE la 7ª montaña más alta del país.